Es una variante del ecocardiograma de esfuerzo donde, en lugar de hacer ejercicio físico, se administra un medicamento (farmacológico) que estimula el corazón o dilata los vasos sanguíneos para simular el esfuerzo. Esto permite observar cómo responde el corazón bajo estrés inducido, evaluando movimiento de las paredes del corazón, flujo sanguíneo, y detectar áreas que no tienen buen aporte de sangre.

Ventajas

• Permite hacer la prueba a personas que no pueden ejercitarse (por ejemplo problemas ortopédicos, movilidad limitada o capacidad física reducida).

• Ofrece un control más preciso del nivel de estrés cardíaco, ya que el medicamento puede ajustarse progresivamente.

• Ayuda a detectar enfermedad coronaria silenciosa, isquemia u otros problemas de perfusión que no se manifiestan en reposo.

Condiciones antes de acudir a tu cita

• Informar al médico sobre tus condiciones médicas previas, como enfermedades cardíacas, hipertensión, uso de ciertos medicamentos, alergias.

• No poder realizar ejercicio de esfuerzo (o limitaciones físicas para caminar, trotar o pedalear). Si sí puede, en algunos casos se prefiere la prueba de esfuerzo física.

• Tener acceso intravenoso, ya que el fármaco se administra por vía IV.